domingo, 4 de noviembre de 2012

Profundizar la Inversión Socialmente Responsable en España


Con Rodrigo Amandi

Comentábamos en un artículo anterior (La Inversión Socialmente Responsable en España: ¿Simbólica?) el grado relativamente incipiente de la Inversión Socialmente Responsable, ISR, en España y en particular de su actitud pasiva, complaciente,  y el uso mayoritario de los criterios de exclusión por sector industrial para seleccionar las inversiones, que tienen muy poco impacto sobre las prácticas responsables de las empresas.

En agosto de 2012 se presentó en Suiza una tesis de MBA en la Universidad de Saint Gallen sobre la situación de la ISR (Sustainable Investments in Switzerland: An Empirical Analysis of Asset Owners and Asset Managers on the Current Acceptance, Perceptions and Barriers), patrocinado por Contrast Capital.  Al mismo tiempo se publicó un estudio por uno de los autores de este artículo (Sustainability indices in emerging markets: impact on responsible practices and financial market development), sobre la experiencia de Brasil.  Los resultados de estos estudios, nos pueden dar algunas luces sobre como profundizar la ISR en España.

 

Suiza es un país pionero en la ISR, donde esta temática es parte de la oferta de inversión en las principales gestoras del país desde hace más de una década e incluso existen entidades de inversión única y exclusivamente dedicadas a gestionar activos en ISR.  Adicionalmente es la sede de las más importantes instituciones de análisis de sostenibilidad empresarial en el mundo.  Sin contar los criterios de exclusión que se utilizan como cubierta en las inversiones tradicionales, las inversiones dedicadas a ISR usan mayormente criterios positivos de inclusión como el de “best in class” (los mas responsables dentro de las diferentes industrias, que son los criterios de inclusión en el Dow Jones Sustainability Index), y criterios específicos de sostenibilidad.  En segundo lugar se utilizan exclusiones con criterios específicos. También es generalizado el involucramiento o activismo en la gobernanza de las empresas cotizadas por parte del accionariado (engagement).

La división entre inversionistas institucionales e inversionistas minoristas es casi igual (44% vs. 53%) en contraste con España donde la inversión es casi exclusivamente institucional (97%).  Adicionalmente, la división entre instrumentos, acciones y bonos, es del 53% vs. 31%, en tanto que en España es del 28% y 69%, respectivamente.  Estos grandes contrastes confirman aun más el desarrollo relativo del mercado de ISR en Suiza.

Dado este desarrollo, aun a pesar de ciertos obstáculos comunes a la gran mayoría de países, hay lecciones que podemos sacar para España:

1.      En el caso concreto de España podemos hacer referencia al hecho de que son las empresas privadas las que lideran  en materia de sostenibilidad (incorporación a índices de sostenibilidad, institucionalidad de apoyo).  Aunque la empresa privada se centra exclusivamente en materia de RSC y no en inversión socialmente responsable.   

2.      En Suiza sin embargo, has sido las gestoras de activos las principales artífices del desarrollo de la ISR (véase el numero de firmantes de los UN-PRI, hasta 34) a través del desarrollo de una amplia gama de productos de inversión ISR (principalmente temáticos y “best in class”) dirigidos tanto a inversionistas minoristas  como institucionales.

3.      No ha sido el caso de España que las principales gestoras de activos inviertan en el desarrollo de una oferta ISR que cubra las necesidades de inversionistas minoristas.  Estas se han centrado en cubrir la poca demanda, de manera reactiva y oportunista, por parte de fondos de empleo a medida que se desarrollaba el marco regulador.  

4.      La integración de factores ambientales, sociales y de gobernanza, ASG, en las distintas estrategias de inversión por parte de las gestoras suizas ha sido acompañada por iniciativas de involucramiento muy activas. Las estrategias de involucramiento han sido los principales instrumentos utilizados por los inversores institucionales para explorar el mundo de la ISR dada su relativa facilidad de implementar en comparación con la integración de factores ASG, y por los resultados “tangibles” que se obtienen a medio plazo (por ejemplo en la moderación de las remuneraciones)

5.      Esto contrasta con la poca actividad en el ámbito de involucramiento en España donde planes de pensiones y gestoras se han centrado principalmente en implementar el primer principio de los UN-PRI, integración en sus políticas.  Parecería mas lógico que a medida que el concepto de la ISR va madurando se incorporen estrategias cada vez mas sofisticadas y complejas.

6.      Los organismos reguladores han sido los principales artífices del impulso de la ISR en España, si bien ningún plan de pensiones publico forma parte de los firmantes de los UN-PRI. La regulación en Suiza en materia de ISR es prácticamente inexistente y como en España prácticamente ningún plan de pensiones publico ha tenido un papel destacado en el desarrollo dela ISR.

7.      Seria muy positivo para la evolución de la ISR tanto en España como en Suiza que los planes de pensiones y otros inversionistas institucionales con el mayor numero de activos y por lo tanto con mayor capacidad de influencia tomaran un papel activo en la promoción de la ISR y su impacto positivo.

De la experiencia en el caso del estudio de Brasil mencionado arriba también podemos extraer algunas lecciones:

1.      Tampoco existen regulaciones que fomenten la ISR, solamente existe la obligación de los fondos de pensiones de reportar si consideran o no la ISR en sus políticas de inversión.

2.      Sin embargo sí existen campañas de promoción a través de conferencias y cabildeo de la asociación de fondos de pensiones y cuentan con un líder, que es el fondo de pensiones del Banco do Brasil, el más grande de América Latina, que invierte activamente y promociona la ISR en Brasil.

3.      En Brasil existen decenas de fondos de ISR que el inversionista institucional y el privado pueden comprar.  Lamentablemente, como en muchos otros países, no existe una promoción activa de parte de los gestores de fondos, a pesar de que como comentábamos en el artículo anterior los firmantes de los PRI son mas del triple que en España y el doble que en Suiza.

4.      Parte del problema, como en otros países es que los gestores y analistas financieros no tienen experiencia en el análisis del impacto de la sostenibilidad sobre el valor de la empresa y no quieren salir de su zona de confort del análisis puramente financiero.  Es lo que saben hacer.  Si no creen no convencen.

5.      También como en otros países es difícil demostrar una correlación entre sostenibilidad y rendimiento en bolsa en el pasado (no haya masa crítica de ISR que mueva los precios) y lamentablemente este es uno de los criterios que los gestores quisieran usar en la promoción.  Pero falta la visión de largo plazo del impacto de la sostenibilidad y el largo plazo debería ser el horizonte de planificación de los fondos de pensiones e inversionistas institucionales.

6.      El Índice de Sostenibilidad, ISE, de la bolsa de valores BM&FBovespa contribuyó al desarrollo de una serie de fondos de ISR pero que lamentablemente se han estancado, en parte porque el índice todavía no se ha convertido en un benchmark para la evaluación de la ISR y la creación de fondos ISR que lo reproduzcan. 

7.      La Bolsa de Valores es el otro líder en la promoción de la ISR, con la creación del índice en el 2005 (3 años antes que el de España) y promotor a nivel mundial de la obligatoriedad del informe de sostenibilidad para el listado en bolsas.

8.      El entorno en Brasil es muy favorable para la ISR desde el punto de vista de las empresas, siendo uno de los países donde el tema está mas desarrollado (entre los primeros en informes GRI, firmantes de los UN-PRI, firmantes de los Principios de Ecuador, empresas líderes en sostenibilidad, etc.).  España también tiene un elevado grado de desarrollo institucional en la RSE de las empresas, posiblemente superior al de Suiza.

Ambos casos demuestran la necesidad:

·         De tener líderes en la promoción de la ISR en el país (los gestores en Suiza, la Bolsa y un fondo de pensiones en Brasil). 

·         De la educación de los gestores de fondos y de los inversionistas institucionales (fondos de pensiones,  fondos de inversión y fondos de grandes patrimonios, de la Iglesia, etc.) e individuales,  

·         De la promoción de las inversiones responsables entre inversionistas institucionales.  La demanda para estas inversiones no es espontánea hay que fomentarla.

·         Del desarrollo a nivel de instituciones financieras minoristas de fondos diversificados creados para los inversionistas individuales.  Serían más idóneos que la promoción de la inversión en sus propios instrumentos no diversificados (léase acciones preferentes).

Y, voluntariamente, los firmantes de los principios UN-PRI en España deberían ir mas allá de lo que requerido por los principios de “considerar” criterios ASG y reportar como implementan sus políticas de inversión responsable.  Eventualmente esto podría llegar a desarrollar estrategias mas activas de selección de inversiones.

España uno de los líderes mundiales en institucionalidad en RSE y en empresas con responsabilidad social pero es uno de los rezagados en la inversión socialmente responsable.  Hay una gran brecha.  La materia prima está, falta el procesamiento.
 
 

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