domingo, 22 de febrero de 2015

¿Es lo mismo sostenibilidad que resiliencia?



¡Qué pregunta!  Un buen número de interesados en RSE y en sostenibilidad no conoce el significado de resiliencia, aunque algunos habrán escuchado o leído la palabra en inglés: resilience que ahora se está poniendo de moda y hay quienes pretenden usarla como sustituto de la sostenibilidad.  Originalmente el concepto fue sido desarrollado en el contexto de la persona, de la psicología. [1] [2]

 No es de extrañar que muchos no conozcan la palabra.  Existe en español pero solo ha sido recogida por primera vez en la nueva edición (23ª, octubre 2014) del Diccionario de la Real Academia:

resiliencia.
1. f. Psicol. Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.
2. f. Mec. Capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación.

Nótese que la definición se hace en referencia al ser humano (psicología) y a materiales (mecánica).  En el caso del ser humano se refiere a la capacidad mental, aunque podría (¿debería?) incluir la capacidad física de resistir situaciones límites y sobreponerse a ellas (frío, calor, cansancio, infecciones, etc.).  En algunos casos se puede considerar como antónimo de vulnerabilidad.



(Resiliencia es crecer en el desierto, sostenibilidad es evitar la desertificación)

La palabra es perfectamente aplicable a la empresa, después de todo la empresa es una persona, no natural pero jurídica.  Supongo que a la RAE no se le ocurrió incluir esta tercera acepción.  Usando la acepción de la persona lo podríamos definir como la capacidad de la empresa “de asumir con flexibilidad situaciones límites y sobreponerse a ellas.”  En este caso las situaciones límite podrían ser de tipo financiero, social o ambiental.  Para que la empresa tenga resiliencia debería estar preparada para afrontar estas eventualidades.

Al ver juntos estos “tres resultados”, financiero, social y ambiental, sería de esperar que el lector piense en RSE o sostenibilidad corporativa.

Pero, ¿qué tiene que ver resiliencia con sostenibilidad?  Muchos se cansaron de usar el término responsabilidad social de la empresa y “evolucionaron” al término sostenibilidad.  Ahora parece que algunos que se han cansado de sostenibilidad quieren usar un nuevo término: resiliencia.  

Sí, sostenibilidad y resiliencia son conceptos relacionados pero no son lo mismo.

De una manera un poco simplista podemos caracterizar sostenibilidad corporativa como las acciones que la empresa lleva a cabo para evitar o mitigar sus impactos en el interior y exterior a la empresa, en su entorno, asegurando su viabilidad, a largo plazo, y de contribuir a la del entorno.  Resiliencia es el resultado de las acciones dentro de la empresa para mejorar su capacidad para asumir o resistir los impactos del entorno, también para asegurar su viabilidad en el largo plazo, pero no se preocupa de la del entorno.  Sin embargo tienen muchas áreas comunes.  Ambos conceptos están íntimamente relacionados con gestión de riesgos y la continuidad (sostenibilidad) de la empresa.  Ambos casos se refieren a acciones que la empresa toma. 

Sostenibilidad es impacto sobre el entorno, resiliencia es preparación para la reacción del entorno. 

Si consideramos el concepto estrecho de sostenibilidad como la continuidad de la empresa, los conceptos son sinónimos, aunque con diferentes enfoques.  Pero si consideramos sostenibilidad en su visión más amplia que incluye la responsabilidad por la sostenibilidad del entorno y de hacer una contribución al desarrollo de la sociedad entonces no son lo mismo. De allí una potencial confusión.

Por ello es conveniente recordar que el termino sostenibilidad es un concepto más amplio que incluye la responsabilidad de la empresa ante la sociedad, más allá de garantizar su viabilidad financiera, social y ambiental a largo plazo. [3]  Puede incluir acciones tendentes a mejorar la calidad de vida de la sociedad, ya sea a través del suministro de productos y servicios y su producción responsable, o bien en acciones con una visión más amplia de la sociedad y del entorno que la rodea.  En esto hay una separación entre resiliencia y sostenibilidad corporativa (aunque se puede alegar que esta parte de la responsabilidad de la empresa ante la sociedad la hace más “resiliente”).

La sostenibilidad debe ser “resiliente” y la resiliencia debe ser sostenible. 

En el caso del medio ambiente, por ejemplo, ubicarse en zonas seguras y tomar acciones para mantener accesibilidad a sus insumos y a la distribución de sus productos en condiciones ambientales adversas es resiliencia. Usar los recursos naturales de manera responsable y, por ejemplo, contribuir a aminorar el cambio climático o conservar las cuencas hidrográficas es ser responsable y contribuir a su sostenibilidad y la del planeta.

A nivel social, ambos conceptos se refieren al “capital social y humano” de la empresa incluyendo las capacidades de su personal, trabajo en equipo y sinergias, lealtad, involucramiento, relaciones internas y externas y la cohesión de sus sociedades. Aunque hay matices de diferencias entre ambos.  Por ejemplo, para la resiliencia la empresa puede querer tener acceso a personal alternativo en casos adversos o de cambio de estrategia.  En la sostenibilidad corporativa podría preocuparse más bien de mantener ese personal y adaptarlo, en la medida de lo posible a las nuevas circunstancias.  En sostenibilidad también habría una mayor preocupación relativa con la comunidad y la aceptación de la sociedad.  También habría una mayor atención al empoderamiento como fuente de motivación, al involucramiento en la misma sostenibilidad (participación en decisiones, voluntariado, desarrollo comunitario, etc.) y sobre todo en la operación con principios y valores morales y éticos.

A nivel financiero la empresa mejora su resiliencia cuando mantiene liquidez en sus activos, tiene acceso a líneas de crédito contingentes, tiene niveles de capitalización que le permiten hacerle frente a reducciones en sus beneficios y evitar la quiebra, por perturbaciones coyunturales y no estructurales, entre otras medidas.  De hecho, buena parte de las medidas para evitar la repetición de la crisis que comenzó en el 2008 (¿ya terminó?) son para aumentar la resiliencia de las instituciones del sistema financiero a eventos adversos como los que ha sufrido recientemente. 

Pero la sostenibilidad financiera requiere de estas prevenciones pero además de que la empresa sea rentable en el mediano y largo plazo, que genere internamente los recursos financieros necesarios para cubrir sus costos y remunerar a los aportantes de capital.  Es en este terreno donde hay más discusiones sobre la RSE, porque hay maneras y maneras de ser rentable.  Se puede hacer con producción responsable o se puede hacer tratando de explotar la posición ventajosa que pueda tener sobre los proveedores de insumos (materias primas, recursos humanos, etc.) y el entorno (social y ambiental).  Se puede hacer contribuyendo al desarrollo de la comunidad o ignorándola.  Pero en el largo plazo la sostenibilidad financiera sufre si la empresa no actúa responsablemente ya que puede perder acceso a esos recursos y mercados y la aceptación de la sociedad.  

En el tema de gestión, un buen ejemplo de resiliencia y sostenibilidad son los sistemas de información.  Hoy en día uno de los principales aspectos de preocupación de muchas grandes empresas es la gestión confiable de la información y la prevención de invasiones en sus sistemas informáticos (“hacking”).  Esto es mayormente un tema de resiliencia del negocio, pero esa resiliencia debe logarse de manera responsable, por ejemplo asegurando, simultáneamente, la transparencia y la protección de la privacidad.

Para no extender más el artículo no entraremos en detalles sobre la comparación y contraste entre resiliencia y  sostenibilidad en temas de responsabilidad de los productos, cadena de valor, consumidores y clientes, comunidad, etc.  El lector interesado puede hacer el ejercicio de compararlos en estos casos como lo hemos hecho arriba.  Pondría a prueba su comprensión y demostraría interés.

Y a nivel de la empresa en general, resiliencia incluye reacciones del entorno sobre las cuales la sostenibilidad corporativa no actúa como, por ejemplo, las preparaciones ante disturbios, inestabilidad social y política, cambios en las legislaciones y políticas gubernamentales (a veces englobadas dentro del concepto de “riesgos políticos”) entre otras.  Y estas acciones empresariales, como por ejemplo protección armada, cabildeo y contribuciones políticas, deben llevarse a cabo de manera responsable y transparente.

Es de notar que ambos conceptos son más propios del sistema, ya sea ambiental, ya sea financiero, ya sea social, ya sea planetario, que de nivel individual. [4] Pero no debe sorprender si los que necesitan inventar nuevas ideas para figurar (recordemos la creación de valor compartido) traten de popularizar la resiliencia, a nivel de empresa, como alternativa a la RSE o sostenibilidad corporativa, o, en su versión sistémica, como alternativa a la Sostenibilidad.  Pronto alguien propondrá, si es que no se ha hecho, la creación de la figura de Chief Resilience Officer.  Si lo hacen, por favor que coordine con el Chief Sustainability Officer y con el Chief Risk Management Officer,  con el Chief Information Officer, con el Chief Financial Officer, y………….. con todo el mundo.

En resumen, desde el punto de vista de la empresa sostenibilidad corporativa se refiere a sus impactos sobre su entorno en tanto que resiliencia se refiere a los impactos del entorno sobre la empresa. Pero ambas acciones tienen mucho en común y deben ser compatibles.  Ni son lo mismo ni son mutuamente excluyentes.

Y lo que más tienen en común: ambos conceptos/estrategias/acciones son parte de la excelencia en la gestión, se refieren a la viabilidad de la empresa en el largo plazo.





[1] Este artículo fue inspirado por la publicación del artículo  Resilience isn't the new sustainability — it's a whole new market. por el inventor del concepto de la triple cuenta de resultados (triple bottom line), John Elkington.

[2] Uno de los pocos medios donde he encontrado los dos conceptos considerados simultáneamente es el Center for Resilience at the Ohio State University.  Aunque este sitio extiende reslienca para hacerlo coincidro con sostenibilidad.  Por ejemplo, califica el caso de Patrimonio Hoy, programa paradigmático de la RSE como ejemplo de Resiliencia en Capital Social.

[4] Ver artículo en la nota al pie anterior.


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